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  • En el comportamiento de los salarios han influido

    2018-11-01

    En el comportamiento de los salarios han influido, entre otros factores: a) en un inicio, el impacto del agudo proceso inflacionario de la década de los ochenta que erosionó fuertemente su poder adquisitivo; b) la debilidad de la inversión productiva que no ha permitido dinamizar la creación de empleo formal en áreas de mayor valor agregado, c) las propias políticas adoptadas ante las sucesivas crisis, que han descansado primordialmente en el salario como una variable clave del ajuste macroeconómico y de la contención inflacionaria, y d) la adopción de un modelo de crecimiento que ha relegado la demanda interna y se vuelto altamente dependiente de la demanda externa de petróleo y de ensamble y elaboración de partes de productos manufacturados, cuya competitividad se centra básicamente en el precio bajo de la mano de obra.
    El mercado de trabajo y la distribución funcional Este recuento de lo acontecido en los últimos treinta y cinco años en materia de crecimiento económico, empleo y salarios, nos trae de nueva cuenta al punto de partida, es decir, glycine transporter la distribución funcional del ingreso. No parece casual el correlato entre lo que ha sucedido con el empleo formal y el salario medio respecto la tendencia que acusa la participación de los ingresos del trabajo en las cuentas nacionales.
    Antecedentes Desde hace algunos años el salario mínimo pasó a ser tema de debate en los diarios económicos, cámaras legislativas, asociaciones patronales, sindicatos, organizaciones de trabajadores y académicos en el mundo. De hecho, en diversos países se le ha vuelto a considerar como instrumento legítimo y relevante de la política económica para promover la igualdad y elevar el ingreso de los trabajadores más pobres. Dicho reconocimiento se ha dado tanto en economías desarrolladas, incluyendo Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y otros países, la Unión Europea, como en economías emergentes como Argentina, Ecuador, Uruguay y Brasil, entre otras. Si bien hay debate, es de resaltar que The Economist, revista de gran prestigio en el análisis económico, y de orientación generalmente adversa a la intervención del Estado en los mercados, hace algunos meses revertió públicamente su oposición a la introducción del salario mínimo en Gran Bretaña en 1999 y, además, apoyó la campaña para aumentarlo. Igualmente, el Fondo Monetario Internacional en su más reciente revisión por artículo IV recomendó a Estados Unidos un alza del salario mínimo acompañada de un fortalecimiento del crédito fiscal por ingreso al trabajo (eitc por sus siglas en inglés). Hace poco más de 120 días, el primero de mayo, México despertó de décadas de letargo en este tema, y se sumó a oxidation la sección del concierto mundial en que hay presión a favor de un salario mínimo digno. La propuesta, inicialmente lanzada por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, cobró intensidad con creciente participación de columnistas, académicos, empresarios, banqueros, funcionarios de alto nivel —incluyendo los titulares de Banco de México, sat, las Secretarías de Hacienda y del Trabajo, representantes obreros y patronales, y analistas de la gama entera del espectro político—. Las reacciones a favor y en contra han sido muchas, y con pasión. En esta danza, los titulares de los ejes centrales de la política macro, después de una reacción fuertemente opuesta, han pasado a manifestar una posición de, por así decirlo, saludo al debate para elevar el salario mínimo del país. Si el cambio del Ejecutivo y el partido en el gobierno es cuestión de forma o fondo es temprano para saberlo. En todo caso, han dejado la descalificación automática y adoptan un discurso más ecuánime, sin dejar la perspectiva opositora de fondo. El segundo punto de coincidencia es que es necesario desvincular al salario mínimo como referencia de múltiples transacciones ajenas al ámbito laboral como por ejemplo, multas, operaciones financieras, y asignaciones partidarias. De hecho el 12 de septiembre los coordinadores de las bancadas de diputados de cuatro partidos — prd, pan, mc y pt—, presentaron en la Cámara una iniciativa formal para desvincular el salario mínimo como unidad, base, medida o referencia económica. Además, el titular de la shcp en su comparecencia reciente en la Cámara informó que el Ejecutivo mismo preparando otra iniciativa en el mismo sentido y afirmó: “Estoy seguro que quienes proponen que se eleve el salario mínimo lo hacen pensando en los trabajadores y, por lo tanto, un paso fundamental es desvincular el salario mínimo de otras variables en la economía que muy poco tiene que ver con lo que ganan los trabajadores”. El tercer punto de coincidencia es que el desempeño de la productividad no puede olvidarse en cualquier iniciativa para mejorar el salario mínimo real de manera sostenible en el mediano y largo plazos. Antes de examinar algunos de estos puntos en más detalle, en la siguiente sección presentamos un breve diagnóstico del salario mínimo de México desde una perspectiva comparativa latinoamericana.